La coyuntura ha generado que muchas personas incrementen las donaciones que usualmente hacen, pero este acto de solidaridad puede ser recompensado con beneficios tributarios. Los montos de las donaciones pueden ser descontados del impuesto a la renta que corresponde pagar todos los años.
Para que se pueda lograr este beneficio es necesario que las personas exijan un certificado a la entidad sin fines de lucro a la que se destina la donación. Además, el monto de la donación no puede superar el 10% de la suma de la renta de trabajo y de la renta extranjera.
Asimismo, hay que tener en cuenta que el beneficio tributario no es aplicable contra las retenciones que los empleadores hacen mensualmente. Es decir, las personas no podrán pedir una devolución si es que existe un exceso de lo pagado vía retención.
Fuente: EL COMERCIO
