Imagina que estás en el lugar más tranquilo del mundo. Ahora solo respira, relájate y repite esta frase en tu mente: “hay cosas que pasan porque tienen que pasar y otras que tienes que hacer que pasen”. Sigue respirando, no te detengas.
Ahora imagina que el lugar en el que pensaste al inicio es un escenario creado por computadora y que todo lo que lo acompaña, incluidos los consejos para respirar y la frase que mencionaste, son ejercicios médicamente diseñados para facilitar y lograr mejores resultados en tratamientos para pacientes con cáncer.
Bueno, no imaginemos más porque esto ya es una realidad.
Con la ayuda de la empresa Lenovo, la startup peruana FeelsGood ha desarrollado escenarios de realidad virtual para que pacientes con cáncer puedan disminuir los altos niveles de estrés y ansiedad en los que se encuentran debido a la enfermedad.
--- Escenarios clínicamente diseñados ---
Se trata de procedimientos clínicamente diseñados que combinan en un escenario de realidad virtual ejercicios de control de respiración, imaginación guiada, musicoterapia y cromoterapia, precisa a El Comercio Luis Rodríguez, CEO de FeelsGood.
La startup FeelsGood nació de la necesidad de Rodríguez de buscar alternativas para mejorar la calidad de vida de su abuela, quien perdió la movilidad del cuerpo producto de un accidente cerebro vascular.
El psicooncólogo Joel Inga, del comité científico de FeelsGood, precisa que esta técnica de realidad virtual también disminuye la sensación de dolor de los pacientes. “Mejora la respuesta psicológica y emocional al reorientar la atención”, precisa.
Asimismo, se destaca los beneficios que tiene sobre los procedimientos de radioterapia en “tumores móviles”, como cáncer de mama o de pulmón. En estos casos, los pacientes deben estar relajados y sosteniendo la respiración, para evitar que la radiación llegue al tejido sano circundante.
--- Qué sienten los pacientes ---
Según FeelsGood, su procedimiento con realidad virtual también contribuye a disminuir la sedación de los pacientes en los tratamientos terapéuticos.
“En cuanto me puse las gafas, el mundo exterior se difuminó, el sonido y el fluir de los elementos con la respiración me hicieron desconectarme”, precisa una de las pacientes que ya ha probado esta herramienta.
Sin duda, un gran aporte para la medicina y una gran ayuda para los 45 000 pacientes que incrementan anualmente en las tasas de cáncer.
Fuente: El Comercio
